Por primera vez un proyecto de este tipo está en la cartera de iniciativas del área Concesiones::
MARCO GUTIÉRREZ V.
Economía y Negocios
El Mercurio
Proyecto está ligado a Consultora CKC, la que mantiene negociaciones con operadores mundiales en desalación y firmas financieras. El plan considera una inversión de unos US$ 200 millones.
A paso firme y buscando socios avanza el primer proyecto de desalación que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) licitaría bajo el modelo de concesiones.
Esta iniciativa de origen privado, que requeriría una inversión cercana a US$ 200 millones, fue presentada al sistema de concesiones del MOP en el gobierno pasado por la Consultora CKC, ligada al abogado y doctor en Derecho José Antonio Ramírez (ex asesor del MOP entre 2008 y 2010), y fue declarada de interés público por el Consejo de Concesiones en julio pasado, tras subsanar observaciones relacionadas a la ubicación de la planta desalinizadora. Para despejar esas dudas, el proponente presentó tres alternativas de terrenos que están en estudios de factibilidad.
José Antonio Ramírez, gerente general de CKC Infraestructura Sustentable, señaló que los estudios previos a la licitación tardarían 15 meses en desarrollarse. Esta consultora también impulsa, vía Concesiones, un tranvía entre Rancagua y Machalí.
La iniciativa pretende construir, operar y financiar un sistema de desalación que considera una o varias plantas vía osmosis inversa para abastecer la demanda de agua de origen humano, minero o agrícola de la Región de Coquimbo y, eventualmente, otras áreas de influencia.
Ramírez señaló que este proyecto busca centralizar la demanda, evitando la proliferación de diversas plantas que se proyectan para esa región. Así, por ejemplo, podría comercializar agua a las sanitarias de la zona, para que estas eviten construir una desaladora, inversión que tendrían que transferir al público en las tarifas. Asimismo, la iniciativa se promueve como una solución a los requerimientos de la minería.
En la Región de Coquimbo, Minera Los Pelambres -ligada al grupo Luksic- tiene en su plan una desaladora que debería destinar una porción de la producción de agua a consumo humano.
En ese escenario, CKC está en la búsqueda de socios para sacar adelante el proyecto y presentarse más fortalecido a la futura licitación. Ramírez comentó que para ello están conversando con firmas financieras y con operadores mundiales de desaladoras de origen europeo y de Estados Unidos, aunque declinó revelar los nombres.
Algunos actores relevantes de la desalación son Suez y Sacyr.
Una de las ventajas de mercado que tiene hoy la desaladora es el menor precio de la energía respecto de lo que ocurría hace un par de años, destacó Ramírez.
Apoyo de autoridades
El coordinador de Concesiones del MOP, Eduardo Abedrapo, señaló que este proyecto «nos parece de la mayor importancia, pues sabemos de la situación hídrica del país, especialmente en esa zona, y una política de embalses y plantas desaladoras será una muy buena solución».
Abedrapo destacó que esta es la primera vez que una desaladora está realmente en fase previa a licitación en la cartera del MOP, y aseguró que una vez que se llame a concesión, habrá varios interesados locales e internacionales.
El intendente de la Región de Coquimbo, Claudio Ibáñez, recordó que entre 2005 y 2015 la zona vivió una situación crítica de sequía, llegando los embalses a registrar apenas 4% de su capacidad hace dos años. Precisó que hoy, la situación es diferente y que las represas están sobre el 80% de su capacidad, pero advirtió que no es posible descartar que la escasez de agua se vuelva a producir.
Ibáñez sostuvo que al gobierno regional le interesa esta desaladora que está en el MOP, así como otras que están en planes, para cumplir con el mandato presidencial en esta materia.
Precio y capacidades
El precio de venta del agua bordearía los US$ 1,3 por metro cúbico. El proyecto contempla en un inicio una capacidad total de 900 litros por segundo, ampliables a 1.200 al noveno año de funcionamiento.